miércoles, 30 de abril de 2014

CELO

Eran cuatro. Me seguían desde hacía dos calles, y no me habían alcanzado gracias al tránsito, que aprendí a esquivar. Pero faltaba para llegar a mi casa y estaba segura de que iban a empezar a correr para agarrarme. Entonces entendí por qué no me dejan salir estando en celo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario